Las personas con dislexia piensan y aprenden de manera diferente. ¿Te has planteado qué puedes hacer tú para ayudar a tu hijo?
La dislexia es un trastorno del aprendizaje, que es hereditario y puede afectar en mayor o menor grado a la persona. No tiene nada que ver con la inteligencia, ni con su mayor o menor deseo de aprender.
Algunos estudios demuestran que las personas con dislexia no han desarrollado una red neuronal en el cerebro que les permita leer sin dificultad.
Por este motivo deben hacer frente a ciertas dificultades que varían dependiendo de cada persona.
- El reconocimiento de las palabras.
- La identificación de los sonidos individuales que forman las palabras.
- La ortografía.
- La capacidad de recordar secuencias.
- Palabras mal pronunciadas.
- Aprender rimas.
- Encontrar las palabras correctas al expresarse.
- Deletrear o pronunciar palabras.
- Identificar cuál es la derecha y la izquierda.
- Expresando sus pensamientos o conocimientos por escrito.
Si tu hijo cumple con varios de estos criterios te recomendamos que le lleves a un logopeda, un neuropsicólogo, o un psicólogo para que le realicen una serie de pruebas que permitan saber si tiene o no dislexia.
Qué virtudes tiene una persona con dislexia
Si ya te han confirmado que tu hijo tiene dislexia debes saber que, según afirma el psicólogo Dan Peters experto en diferencias de aprendizaje, las personas con dislexia tienen distintas capacidades. Algunas son:
- Creativas, imaginativas e innovadoras.
- Son buenas resolviendo problemas.
- Grandes artistas, constructores y diseñadores.
- Pueden tener una gran predisposición a emprender.
- Tienen una memoria buenísima de todo lo que han vivido.
- Aprenden mejor cuando la información se presenta de forma que tenga sentido.
- Se les da bien pensar en el conjunto, captar la esencia de la situación, interpretar a las personas y las situaciones, y proponer soluciones e ideas novedosas que puedan tener un impacto en las masas.
Las personas disléxicas piensan y aprenden de forma diferente
Tal y como afirman los doctores Brock y Fernette Eide, cofundadores de Dyslexic Advantage, “no existe un plan de estudios específico para la dislexia, lo que tiene graves consecuencias para estos niños, ya que piensan y aprenden de forma diferente a otros alumnos no disléxicos y necesitan métodos de enseñanza adaptados a su forma de aprender y pensar.” Esta situación no solo ocurre en Estados Unidos, sino en todos los países y supone que estas personas, en la mayoría de los casos, deben superar las dificultades que tienen recibiendo apoyo externo al colegio.
A pesar de que cada vez hay más estudios que confirman las diferencias entre personas con y sin dislexia las que tienen este trastorno deben seguir esforzándose, frustrándose y exponiéndose a sufrir acoso escolar por parte de sus compañeros. Muchos de ellos no son capaces de avanzar al mismo ritmo que el resto de la clase ya que no se les adaptan los materiales de estudio.
De momento no parece que esta situación vaya a cambiar. Por este motivo Dan Peters recomienda que los padres hagan lo posible para que sus hijos con dislexia se sientan bien con su condición durante los años que pasen en el colegio y con lo que son capaces de hacer.
Para ello recomienda a los padres hacerse las siguientes preguntas:
Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a elegir las actividades, los programas, las aficiones, que le permitan desarrollar sus preferencias y habilidades. De este modo logrará conocerse mejor y le ayudará a tener una buena autoestima.
Reforzar sus puntos débiles
El siguiente punto crítico es proporcionarle todo el apoyo necesario para reforzar sus puntos débiles.
- Aprender a leer.
- Lograr una lectura fluida.
- Estructurar los textos correctamente.
- Descubrir de qué maneras pueden adquirir mejor los conocimientos que estudian.
- Ayudarles a encontrar la manera de organizarse.
- Explicar a los profesores qué materiales necesitan para aprender y demostrar lo que saben.
- Conseguir que le permitan entregar las tareas en un margen de tiempo más amplio que al resto de sus compañeros de clase.
- Más tiempo para hacer los exámenes, la escritura y los proyectos.
- Permitirle hacer presentaciones y exámenes orales para demostrar sus conocimientos.
De esta forma le ayudarás a conocerse a sí mismo, y aceptar quién es.
Por último ayúdale a modelar su determinación y perseverancia. Es importante que comprendan que, aunque en muchas ocasiones no lo parezca, tiene una ventaja por ser diferente.
Enséñale de lo que es capaz de hacer mostrándole sus puntos fuertes, apoyándole en sus puntos débiles, y demostrándole que tú debes hacer lo mismo.
¿Has descubierto ya los puntos fuertes de tu hijo? Cuéntanos en los comentarios cuáles son. Puedes ayudar a que otras personas encuentren los suyos.
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